PMI
2025
Introspection
"Introspection" - de Biel M. Panizza.
Dimensiones: 100 × 120 cm
Técnica: Materia mixta y pintura acrílica sobre lienzo y metacrilato.
Una figura se repliega sobre sí misma, suspendida entre el azul y el silencio. Su cuerpo parece trazar una espiral de pensamiento, mientras un rostro, apenas esbozado en la esquina, la observa desde otra dimensión.
Los colores se mezclan como emociones que no encuentran palabras: verdes que respiran, naranjas que arden, azules que lo envuelven todo. Panizza captura ese instante previo a hablar, donde la mente se convierte en un espacio cerrado, y la conversación más intensa ocurre en silencio.
"Silent Frequency" - de Biel M. Panizza.
Dimensiones: 100 × 70 cm
Técnica: Materia mixta y pintura acrílica sobre lienzo y metacrilato.
Una voz suspendida entre el ruido y la calma. El rostro, atrapado en un rectángulo fucsia, parece cantar sin sonido una nota muda perdida en el aire azul. Alrededor, el espacio vibra en ondas, como si el color mismo intentara traducir aquello que las palabras ya no alcanzan.
Panizza capta ese instante donde la comunicación falla, pero algo más profundo persiste: el pulso interior, la frecuencia que conecta sin hablar.
Silent Frequency
Self Portrait of a Stranger
"Self Portrait of a Stranger" — by Biel M. Panizza.
Size: 240 × 200 cm
Technique: Mixed matter and acrylic paint on canvas and methacrylate.
Una multitud avanza en silencio, figuras anónimas que se diluyen entre el azul y el ocre, como sombras en tránsito. Sobre ellas, un rostro monumental se esboza en penumbra: el extraño que observa, reflexiona y se reconoce en la masa.
En lo alto, tres retratos en rosa intenso interrumpen la escena con una vibración casi violenta, recordando que la identidad es múltiple, fragmentada y a menudo contradictoria.
Descubre mis Colecciones
El mundo de Panizza
Conoce a Panizza
Biel M. Panizza ocupa una posición singular dentro del Neoexpresionismo figurativo contemporáneo, explorando la tensión entre la figura humana y la resonancia simbólica de la emoción.
En una era de hiperconexión, Panizza recupera lo esencial: el cuerpo, la emoción y la memoria. “Pinta lo que las pantallas no muestran: la carne del alma.” Sus obras son espacios de conflicto y reflexión que confrontan la sobreestimulación visual de nuestro tiempo, invitando al espectador a una experiencia artística auténtica y sin filtros.
Mi Diario
